Jorge “El patán”
Una tarde
aburrida en las redes sociales…
Me encontraba una tarde sin nada que hacer y cómo era usual por lo
excesivo de mis provocativas fotos, solía recibir muchas solicitudes de
amistad, la de Jorge llego y note teníamos muchos amigos en común, stalkee un
poco su Facebook y vi que se dedicada “al medio” de manera profesional, me
llamo la atención, era guapo y muy atlético, mismas razones me hicieron por
supuesto aceptarlo, de inmediato empezamos a hablar, me dijo estaba de viaje
por trabajo y me mando un par de fotos del lugar en que estaba, todas eran
paisajes y recordé lo que me había dicho mi abuela en nuestro viaje a Europa “De que sirve tomar fotos de edificios sino
sales en ellas, bien puedes bajarlas de internet y con mejor calidad, siempre
sal en las fotos, así tendrás un recuerdo de haber estado ahí, lo agradecerás a
mi edad cuando te falle la memoria como me pasa a mi” inevitablemente esa
frase se encontraba tatuada en mi cabeza, e hice la misma sugerencia, después
de unas horas de conversación Jorge me mando otra foto, una paisaje con un
guapo hombre en medio de la foto, había escuchado mi consejo, eso me gusto.
Pasaron un par de días y seguíamos conversando, hasta que un día se armó
de valor y me dijo
-Quiero tener una cita contigo, ¿aceptas?
De inmediato mil ideas cruzaron mi cabeza… salir con un extraño,
siempre escucho los peligros de hacerlo y realmente no lo conocía, ni
siquiera sabía su edad, tire una moneda al aire…
-Sí, pero dime primero que edad tienes, así sentiré te conozco más
-¿Realmente importa?
-No, pero así siento no salgo con un completo desconocido
-19 años ¿y tú?
En ese momento sentí un balde de agua fría, me había convertido en
Lucia, yo tenía 25 años y había aceptado salir con un “Teen”, me sentía una
pedófila.
-25 años
-¿A ti te importa la edad?
-No –mentí descaradamente, me aterraba la diferencia de edades-
-A mí tampoco, ¿Nos vemos en el centro mañana?
-Sí, anota mi teléfono y te veo enfrente de la tienda de telas a las 7
pm
Y así muerta de nervios, estaba a punto de tener mi primera cita con un
desconocido.
Llegue 20 min antes para determinar como la idea me hacía sentir y en
caso de no sentirme cómoda, tener tiempo para huir de ahí, saque un libro, me senté
en una banca y me puse mis audífonos, tratando de olvidar por unos momentos la
locura que hacía e inevitablemente quede absorta en mi libro como siempre me
pasa, hasta que siento alguien toca mi hombro, era Jorge.
Caminamos a un puesto de comida, compramos una crepa y platicamos
sentados en la banqueta, me hablo de su familia y yo le hable de la mía, era un sujeto
bastante agradable, sugerí nos moviéramos a algún café para hablar más
cómodamente, accedió y llegamos al primero que encontramos, continuamos
platicando un par de horas y no saben la cantidad de veces que intentaron
venderle un ramo de flores matando al pobre de incomodidad y yo muriendo de
risa al ver su cara.
-Vienen muchas personas a vender flores ¿verdad? –dijo él nerviosamente-
-Sí, nunca vengo al centro pero asumo es normal
-¿A ti te gustan las flores?
-Me encantan las flores, pero ya nadie las regala –sí, descaradamente insinué que me comprara un ramo, supongo quería
saber que tanto le gustaba yo-
Seguimos platicando y me pare al baño, cuando regrese ahí estaba él, con
un ramo de rosas rojas, eran realmente bellas y por un momento no supe que
decir, un joven guapo, agradable, caballeroso, estaba en mi mesa con un ramo de
flores, por supuesto el truco había funcionado, lo bese de inmediato y agradecí
el gesto. Habían pasado ya 6 horas, era la 1 am, no comprendía como habíamos pasado
tanto tiempo juntos, usualmente me aburro muy fácil, pero ese día no, viví una
tarde/noche de película y Jorge incluso insistió en fuéramos a cenar a uno de
sus lugares favoritos, así que fuimos, cenamos delicioso y para las 2 am pedí
un taxi y me fui, bien cenada, con una buena dosis de besos, abrazos y mi ramo
gigante de rosas hermosas...
Tal vez se pregunten porque a pesar de eso lo titulo
“El Patán”, bueno es que con esto parece un gran chico y hasta el momento no ha
hecho nada malo, pero créanme, de todos los hombres de mis historias, él es el peor…
Comentarios
Publicar un comentario